14 de mayo de 2018

Si no quieres arroz, aquí tienes dos tazas.

En la última entrada hablaba de la dificultad de encontrar matrículas ambigramáticas en España. Que me había pasado meses intentando encontrar una y... ayer otra. Con la particularidad de que justo ese día había estado hablando con Mayor acerca de que nuestro próximo coche me gustaría que fuera un vehículo eléctrico. Y, esa nueva matrícula que encontré, era, efectivamente, de un coche eléctríco, como se puede ver en la tercera foto.